A Miguel Forte, mi padre. Un luchador
Por: Daniel Miguel Forte
17/04/18
ARCILLA
De los once a los dieciséis el viejo trabajó en una
carpintería. Cuando tuvo la edad, mi abuelo, ferroviario también (como toda mi
familia), lo anotó y cuando lo llamaron, lo fue a presentar al Jefe inglés. Lo
habían anotado en carpintería, pero el inglés dijo...—Solo hay vacante en
Ajuste, a esta edad aprenden cualquier oficio --. Y así fue como empezó su
carrera mecánica que lo llevó a ser el único matricero del Ferrocarril
Sarmiento.
Al llevarlo al galpón, lo primero que vio, asustado, fue una
locomotora pasar por encima de su cabeza colgada de un puente grúa.
La Libertadora lo metió en cana en el buque Bruselas (junto con Pugliese y otros tantos militantes) y así, anclados a 8 km de Buenos Aires pasaban los días. Después se supo que el Almirante Rojas “Hormiga Negra” propuso hundir el barco. Para que no esté al pedo, le asignaron a cada uno una tarea, al viejo lo hicieron responsable de la limpieza. Un día, en el casino de oficiales ve que el Capitán tira un pucho en el piso, el viejo lo encaró y le dijo que él como oficial debía dar el ejemplo....y el tipo levantó el pucho.
Detenido en Campo de Mayo junto con otros compañeros, pasando en fila, un cabo, petiso y morocho le golpeó la espalda con la ametralladora. El viejo se dio vuelta y le dijo...-- ¡¡Calmate!!...que vos no sos gorila, apenas sos un Tití.
Detenido en la Escuela Rio Santiago, se abre el calabozo y
entra un conscripto a llevarle la comida... ¿usted es Forte?..yo soy el hijo de
Fulano de tal, de fundición (creo), mañana salgo de franco, ¿quiere mandar
algún mensaje a su esposa?
CUIDADO CON LO QUE
PROPONÉS
Los ingleses iban a tomar personal nuevo en los talleres de
Liniers. Mi viejo, un joven dirigente miembro de una camada conocida como “Los
Pibes” (por eso a él le llamaban Miguelito), propuso traer a los ferroviarios
de Mendoza, que habían quedado sin trabajo tras el aluvión que borró el pueblo
de Zanjón Amarillo, del Trasandino Central. La moción fue aprobada...y así fue
como mi abuelo paterno y su familia se vino para Buenos Aires.
Corolario.
Un día estaba el viejo con amigos en una esquina y pasa mi
vieja con una amiga ¿y esa quién es?,
peguntó...es Odulia, la hija de Martinillo....Mirá vos...¡¡que delantera!!
COMBATIENDO AL
CAPITAL.
Cagándose en sus fueros gremiales, al final el peronismo lo
echó del ferrocarril.
Inmediatamente se generó una lucha por su reincorporación,
entre tanto, retomó su oficio de carpintero y entró a trabajar en una fábrica
de ataúdes, pasa el tiempo, mi viejo le enseña al dueño como fabricar el ataúd
abovedado y esa persona, un tal Sánchez, le dice que si cierra trato con una
importante funeraria “del centro”, lo hace socio, por aquellos días ganaba más
del doble que en el ferrocarril.
Los peronistas se enteran y con su lógica peronista
piensan...si le ofrecemos la reincorporación la va a rechazar y listo, se acabó
el quilombo. Y así lo hicieron. El viejo aceptó y volvió a la lucha.
PERÓN 52-58
En Buenos Aires, había muchas calles pavimentadas con
adoquines de madera.
Un día le proponen al viejo, pagándole doble hora extra,
hacer la matriz para unas circunferencias de chapa, con tres púas, para
clavarlas en las calles, formando la frase PERÓN 52-58. Y así lo hizo, él y
otro compañero, comunista también, trabajaron día y noche. Cuando terminaron,
viene un peón y les propone donar las horas extras...-- ¡¡andáte a la puta que
te parió !! fue la respuesta del viejo que era un tipo de pocas pulgas.
Cuando Rojas visitó los Talleres de Liniers, el viejo se
escondió en un baño...Yo no le voy a dar la mano a ese hijo de puta.
MASCAFIERRO
Así habían apodado a un Sargento que en una de las tantas
intervenciones militares a los talleres se portaba como un perro con los trabajadores.
El tipo, siempre con la 45 en la cintura y la metralleta en la mano, tenía la
costumbre de sentarse en un saliente muy cerca de las vías de una zorra de
chatarra.
Manos anónimas llenaron esas vías de unos tremendos petardos
de señal, que se usaban cuando un tren se detenía por falla ( se colocaban a un
kilómetro de la punta y de la cola). Y así fue que descansando y relajado Mascafierro,
pasa la zorra y se le acabó el mundo; terminó cuerpo a tierra acurrucado debajo
de un tanque. Después de esta lección de buenos modales su trato hacia los
trabajadores cambió.
Siendo aprendiz, entra una locomotora para mantenimiento
preventivo. le hacen todo, pero no tenían nuevas, unas tuercas que trababan el
forzador del vapor (eran máquinas a vapor). El capataz le da la orden al viejo
de que coloque las que estaban, y así lo hizo.
Tiempo después, el capataz ya se había jubilado y la
locomotora en cuestión se queda en la mitad del campo porque fallaron esas
tuercas. Los ingleses investigan y un día aparece el Gerente, Mr. Nichols, en
el taller y pide hablar con el capataz (que era 2º capataz cuando el recambio
de tuercas). pregunta quién puso las tuercas usadas y cuando le dan el nombre
lo hace llamar a su presencia al viejo y asombrado pregunta; ¿un aprendiz haciendo
trabajo de oficial?, el capataz lo elogia y le dice que él es testigo que poner
las tuercas viejas se lo habían ordenado. Entonces el inglés se queda pensando
y le dice a mi viejo; -- le voy a poner una felicitación en su foja de
servicios, porque siendo aprendiz ya hace trabajos de oficial --... -- ¡¡¡ Y le
voy a poner una amonestación!!! porque un futuro oficial, aunque yo venga en
persona y se lo ordene, debe negarse a hacer un trabajo mal. –
LA ÚLTIMA CANA.
Año 1977, huelga ferroviaria. El viejo, jubilado ya no
militaba en el ferrocarril. La Dictadura toma una vieja lista y detiene a
muchos ex dirigentes ferroviarios (y no tanto, cayó uno que en toda su vida,
solo había sido una vez Vocal suplente en la Comisión de Reclamos). Así fue
como una noche cayeron en casa y se lo llevaron. A la mañana, vamos con la
vieja a la Comisaría 44º y allí nos dicen que está en el 1º Cuerpo de Ejército.
Vamos a Palermo y nos dicen que ahí no tienen a nadie. Entonces la vieja, ducha
en esos transes me dice...—andá a casa, dejáme ir sola a la 44º --. Así fue que
logró la información de que al viejo lo tenían en esa Comisaría pero...”a
disposición del 1º Cuerpo”.
En síntesis, lo tuvieron una semana, lo trataron bien y lo
largaron. Fue suerte, en el mismo operativo, pero efectuado por la Aviación, un
viejo jubilado se les quedó en la sala de torturas.
Un Grande tu viejo !!! Me hiciste emocionar mucho Daniel,abrazos !!!
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