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viernes, 23 de septiembre de 2016

INSTRUCCIONES PARA ANUNCIARSE, SIN TIMBRE

Por: Daniel M Forte


Es público y notorio que vivimos tiempos en donde la tecnología está presente hasta en los mas triviales actos cotidianos. Siempre fue así, desde que aquel cavernícola, en tanto indefenso bípedo implume, tomó una piedra para defenderse, dependemos de la técnica para subsistir; la ausencia de esta, provocaría el colapso.
Así, cuando carecemos de alguno de esos utensilios de los que tanto dependemos, sobreviene la turbación, la parálisis, el shock.
Pongamos como ejemplo la situación en que se presenta la necesidad de anunciar nuestra presencia al eventual habitante de una vivienda y su puerta de acceso carece de pulsador, también conocido como botón, del timbre o el mismo se encuentra cubierto con un papelito, cartón o cartulina en donde , escrita con birome, reza la leyenda “no funciona”.
La solución a este problema, curiosamente, precede al invento mismo del timbre o campanilla eléctrica. Fue en la Francia de los Luises donde el Marqués de Nigaud estableció que no era de caballeros golpear la aldaba para anunciarse y en su famosa obra  Je suis ici ( Aquí estoy), establece que: “ Ha de colocarse el caballero a tres pies de distancia de la puerta, de frente a esta, levantará el brazo formando una “L” invertida, cerrará el puño y con los nudillos de los dedos índice y mayor dará una sucesión de golpes mayor de dos y menor que cinco, siendo tres la cantidad optima. Es de suma importancia que dichos golpes se efectúen solo moviendo la muñeca, manteniendo el antebrazo estático” ( Aquí estoy; pag:345 Editorial La Matraca; Madrid 1845 ). En otro párrafo, Nigaud establece taxativamente que la intensidad de los golpes, esto es, el sonido que produce el choque del puño con la madera de la puerta ( por aquellos días las puertas de las residencias eran de ese material), deberá ser lo suficientemente intenso como para ser escuchado, sin llegar a alarmar al ocupante del inmueble. “Nunca se olvidará que el objetivo, es anunciar nuestra presencia con glamour “ (Aquí estoy; pag:763 ).
La técnica de Nigaud rápidamente se esparció por toda Europa ( hubo un zapatero inglés, David Brokenshoe, que se atribuyó el método, generando apasionadas polémicas) y llega a Rusia en los inicios del siglo XIX, en medio de un generalizado fervor nacionalista. Fue allí donde Nikita Sobakov encabezó una corriente que postulaba que el método de Nigaud era afeminado y decadente.
El gran mérito de Sobakov es haber extendido y democratizado el hecho de anunciarse ya que, al contrario de Nigaud, que circunscribía su forma a las clases altas, Sobakov recorría la campaña enseñando a campesinos y Señores; “esto sirve tanto para la dacha como para la residencia señorial”, solía decir y su prédica fue fundamentalmente oral y práctica por lo que sus postulados nos llegan a través de Juri Limurenko, su discípulo.
“ El llamado ha de ser varonil y decidido. Te situarás con tus piernas abiertas a un ancho de hombros y los pies paralelos y en un ángulo de 30 grados respecto de la puerta. Levantarás el brazo en ángulo y con los nudillos de los dedos menores ( meñique, anular y mayor..NdelT ), darás cuatro enérgicos golpes y esperarás.” ( Sobakov, mi maestro; Juri Limurenko Ed Katyusha, Moscú 1870, pág. 123 )
Como vemos, Sobakov utilizaba la fuerza combinada, tanto de los músculos largos de los brazos, como la fuerte musculatura del torso.
Mas allá de las ventajas de uno u otro método, ambos olvidados bajo el peso de la tecnología, hoy podemos rescatar lo mejor de ambos y tal vez, ¿Por qué no?, combinar  la sutileza de Nigaud con la recia determinación de Sobakov. Porque anunciarnos es algo que nos representa, actitud desdeñada en los 60 del siglo pasado, cuando hubo todo un movimiento que golpeaba las puertas con una sucesión de 5 golpes , seguida de otros dos ( esta secuencia, originalmente fue una burla, un insulto entre el gremio de telegrafistas) y por suerte dicha práctica fue abandonada, aunque aún la suelen utilizar algunos chistosos de poca monta.
Hasta aquí, hemos ofrecido una síntesis de los principales métodos para anunciarse frente a la carencia de timbre, siempre en inmuebles en donde la puerta de acceso, está relativamente cerca de la vivienda; para el caso de tener que hacerlo en zonas de quintas o de chacras, hay otros métodos que exceden los alcances de esta guía.