PRIMAVERA
Daniel M Forte
27/08/10

La señorita en cuestión es
nada menos que la diosa Perséfone o Core, conocida por los romanos como
Proserpina y las circunstancias que hicieron que terminara en suerte en aquel
tenebroso lugar las narra la mitología griega de la siguiente forma.
Cierto día, la piba se
encontraba juntando florcillas en un bosque en donde el trinar de las aves y la
perfumada brisa otorgaban un ambiente paradisíaco mas que propicio para el
nacimiento del amor.
Acertó a pasar por el lugar
Hades, aquel dios que en el reparto de puestos ocurrido cuando Zeus asumió como
capo di tutti capi del Olimpo le tocó
dirigir el averno y que en el horario del almuerzo salía a tomar un poco el
fresco mientras bebía su néctar de soja. Entonces la vio, de espaldas y
agachada cortando una magnolia.
Toda la pasión que nació en
su corazón pletórico de poesía se sintetizó en la exclamación - ¡que culo!- y, divinidad pragmática como lo
era, arrojó el tetrapack al papelero, la tomó por la cintura y se la llevó p´al
rancho. - Quiero que seas mi esposa - le
dijo, poniendo en claro la seriedad de sus intenciones; la muchacha lo miró
perpleja, - ¿pero vos no eras……? - ; el dios enfureció y se retiró dejándola
sola en la habitación donde la había llevado.
Entre tanto, Deméter, diosa
de la agricultura y otras hierbas, valga la humorada, madre de Core preguntaba
por su hija, intranquila debido a su ausencia. Acá la mitología nos dice que
todos se hacían los dolobus hasta que Helios, dios del sol le contó la verdad.
La diosa sorprendida preguntó
.¡pero como!, ¿no era…? Y llena de ira se mandó para el Olimpo y lo encaró a
Zeus.
- Tu hermanito secuestró a mi hija, quiero que me la
devuelva ¡ya!
- ¡No puede ser!, si Hades es…
- ¡No me importa, quiero que me devuelva a mi hija!
- Mirá Demi,
tomalo con calma, tu hija es apenas una divinidad menor, es un honor para ella
que uno de los dioses principales la tome por esposa.
- Si no me la devuelve tomaré venganza sobre los hombres
- ¡Y que culpa tienen esos pobres cristos!
- ¿Pobres que?
- No importa, los hombres son inocentes
- Si no me devuelven a mi hija, en la tierra no va a
crecer ni la deuda externa.
Dicho esto se fue furiosa, de
haber habido puertas en el Olimpo hubiera dado flor de portazo.
Así fue como la tierra empezó
a morir, nada crecía sobre ella, los animales morían, la gente también. Dicen
que la diosa peregrinó entre los hombres dolorida por la ausencia de Core.
Tantas fueron las plegarias y
los sacrificios ofrecidos a Zeus que este, cansado de oír tanta queja, envió a
su mensajero, Hermes, con la orden de que Hades devolviera a Perséfone. El dios
voló al Olimpo y allí increpó a su hermano y jefe.
- ¡Tanto quilombo por una mina che!
- ¡Y que querés, Deméter se enculó!

- Sabes que pasa, si no la devolvés, la tierra se va a
marchitar, los hombres morirán y vos vas a tener más laburo; así que devolvela
y ¡asunto terminado!
Hades volvió a su morada; en
el portal de los infiernos, Cancerbero, el perro guardián moviendo la cola le
saltó encima, pero el dios no estaba para juegos.
- ¡Cámine a cucha mierda!
Fue hasta la habitación en
donde había dejado a Core; le dijo que era libre, que se podía ir; y con un
brillo maléfico en su mirada le habló con dulzura.
- Te pido perdón, bella Perséfone, pero ¡que modales los
míos!, ¿querés comer algo?
- La verdad es que si, ¡tengo una lija!
Aquí algunos relatos hablan
de una granadas que le dio Hades para que pruebe y otros cuentan que Core, después
de clavarse una milanga con tinto de la casa emprendió el regreso.
El encuentro con su madre fue
emotivo.
- ¿Te ha lastimado hija?
- No mami, no me hizo nada
- ¿Nada……nada?
- ¡Entonces es…….!
- Será
- Y supongo que no comiste nada ¿verdad?
- No, …..apenas
piqué algo
- ¡Hijaaaa!
La ley de los dioses era muy
clara, - quien come en los infiernos se queda en los infiernos - ; y era
exactamente lo que en ese momento Hades le estaba diciendo a Zeus.
- La ley es la ley jefe.
Ante esa situación, Zeus
llamó a Deméter y a Hades para proponerles un trato.
- Perséfone se casa con Hades, pasa seis meses al año
con su marido en los infiernos y seis meses con su madre ¿está bien?.
Todos aceptaron, hubo boda,
confites, regalos y todo eso. Y así es como, durante los meses que Deméter se
queda sola, la tristeza de la diosa hace que nada crezca sobre la tierra; pero
cuando Perséfone regresa con su madre, todo florece; y este podría ser un buen
final, salvo por el detalle de que nadie reparó que el principal beneficiado
con este acuerdo fue Hades; y por varios motivos; ya nadie cuchichea por ahí
que el dios se la come y por añadidura, pasa seis meses con la bruja y seis
meses queda libre para armar unas partuzas de antología, juntarse a escaviar
con amigos y jugar al truco hasta la madrugada. Al volver Core, la esperan
pilas de platos sin lavar, restos de pizzas en la heladera y una parva de
calzoncillos sucios, pero ¿qué se le va a hacer?, los dioses son así.
Muy gracioso!!!
ResponderEliminarDaniel: la verdad, me ha divertido mucho tu relato, te admiro por tu genialidad, me hiciste pasar en medio de una situación histórica, política y económica de "derrumbe" real y persistente, un rato de alegría, inigualable !!
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