
FUENTE: WIKIPEDIA
El Ejército Negro, cuyo nombre oficial fue Ejército
Revolucionario Insurreccional de Ucrania (en ucraniano: Революційна Повстанська
Армія України, romanización: Revolyutsiyna Povstans’ka Armiya Ukrayiny), fue un
grupo armado de anarquistas con base mayormente ucraniana y uno de los cuatro
ejércitos que participaron en la Guerra civil rusa, donde combatieron además
bolcheviques integrando el Ejército Rojo; pro-occidentales, conservadores y
mencheviques agrupados en el Ejército Blanco; y nacionalistas que formaban el
Ejército Verde.
No era un ejército grande, pero fue muy respetado debido a
su ferocidad en el combate y la rapidez de sus movimientos. Pese a tratarse
esencialmente de un cuerpo de infantería, recorría largas distancias a la misma
velocidad que un cuerpo de caballería. Eso le permitía atacar desde varios
flancos y retirarse en corto espacio de tiempo, o atacar por sorpresa en la
retaguardia enemiga después de una aparente huida. Por otro lado, al tratarse
de un ejército con un amplio apoyo social, no requería importantes gastos en
infraestructuras ni existía necesidad de una organización centralizada.
La táctica más habitual del Ejército Negro era atacar con
pocos combatientes, golpear con contundencia y desaparecer, o huir en mitad de
la batalla para horas después atacar la retaguardia enemiga, lo que le permitía
minar la moral del enemigo.
En combates a campo abierto era reconocido por la fiereza de
sus hombres, en su mayoría campesinos que arriesgaban la vida en defensa de su
tierra con más arrojo que cualquier otro grupo de combatientes, [cita
requerida] pero esa faceta del combate era su punto más débil, ya que en un
combate ante fuerzas organizadas se evidenciaban sus carencias.
Contexto histórico

La mentalidad ucraniana era a su vez distinta a la de la
mayoría de rusos, ya que el temor a agresiones externas y las continuas luchas
fronterizas, desarrollaron una corriente de pensamiento más centrada en lo
individual que en lo colectivo. El concepto de individualidad era latente en
los belicosos campesinos, acostumbrados a defender sus campos de las tropas
saqueadoras que incursionaban en operaciones relámpago a su territorio para
aprovisionarse. Todo ello ocurría sin que el ejército zarista se dedicara a
otra cosa que a defender las fronteras de la región.
La situación de indefensión desarrolló un marcado espíritu
de independencia en la región, y la poca estabilidad a corto o medio plazo le
quitaba sentido a la aparición de partidos políticos, que carecían de un marco
territorial en el que implantarse. En estas condiciones, lo que se desarrolló
fue un creciente sentimiento nacionalista, cuyo objetivo último era crear un
estado independiente, es decir un marco territorial
Pero en Ucrania existía una mayoría campesina acostumbrada a
defenderse por su cuenta, a ser agredida por diferentes ejércitos en corto
espacio de tiempo y a trabajar en conjunto con otros campesinos, hasta
desarrollar pequeños grupos armados, especializados en defender los poblados de
los intrusos. Para estos campesinos el Estado era una instancia ineludible, que
periódicamente aparecía en los campos en forma de ejército para quedarse con
una parte de la cosecha.
El nacionalismo era mayoritario en la zona norte, mientras
que en el sur existía una mayoría anarquista, con fuerte influencia comunista
(no bolchevique). A finales de la Primera Guerra Mundial, entre diciembre de
1917 y enero de 1918, las guerrillas campesinas expulsaron a los grandes
propietarios de sus zonas de influencia, repartiendo y valorando las tierras y
las industrias.
El 9 de febrero de 1918 fue firmado el Tratado de
Brest-Litovsk entre los representantes de los Imperios Centrales y los de la
Rada Central Ucraniana y que precedió en casi un mes el Tratado de
Brest-Litovsk que firmaron aquellos con el Gobierno ruso de Lenin el 3 de marzo
de 1918. Inmediatamente las tierras vuelven a sus antiguos dueños, cuyos
privilegios se refuerzan con el fin de mantener la neutralidad de la región.
Los terratenientes a quienes se restituyó, se agruparon con
el beneplácito de la Rada para cobrar venganza sobre los insurrectos que les
confiscaron las tierras. El amparo legal de la Rada era normal, teniendo en
cuenta que los insurrectos eran potenciales rebeldes y debían ser eliminados
para evitar la reedición del caso ruso, si el zar finalmente regresaba a
Ucrania.

Durante junio, julio y agosto de 1918, la represión de la
Rada ucraniana fue sangrienta y muchos anarquistas fueron ejecutados. En ese
punto es fundamental que los campesinos se unieran entre sí pues de lo
contrario los más destacados activistas serían aniquilados y el movimiento
moriría.
La necesidad de una cierta unificación frente a la
inclemente represión, es lo que lleva a los campesinos de Guliaipolé a
organizarse en torno a una idea política, que se desinteresa por completo y
considera prescindibles aspectos como la desigualdad social y los prejuicios
nacionales, religiosos o políticos.
En Guliaipole, en verano de 1918, por primera vez los
campesinos anarquistas no se reúnen para plantear un conflicto militar contra
un ejército agresor, sino para tomar partido activamente en la guerra que debía
librarse contra el totalitarismo y los tiranos de la Rada.
Motivaciones políticas y apoyo social
El inspirador intelectual y máximo líder del Ejército Negro
fue Néstor Ivánovich Majnó, quien aglutinó los deseos de los campesinos,
contrarios a la restauración pretendida por el Ejército Blanco.
Se organizó en verano de 1918 como azote de las posiciones
del Ejército Verde y fuerzas del eje europeo. Integrado principalmente por
campesinos, el Ejército Negro contaba a finales de ese año con más de 1.500
efectivos. Para su mala fortuna, Majnó siempre mantuvo la esperanza de que era
posible mantener una alianza con los bolcheviques en contra del nacionalismo
del Ejército Verde y la monarquía que pretendía restaurar el Ejército Blanco.
Aparte de que la monarquía era un sistema incompatible con el anarquismo que
defendían los majnovistas, Majnó estaba convencido de que una victoria del
Ejército Blanco traería de vuelta a los zares.
Jamás perdió el apoyo de los campesinos, y a raíz de la
descomposición del Ejército Verde recibió a muchos nacionalistas que no se
unieron al Movimiento Blanco.
En el Ejército Negro convivían dirigentes con formas
distintas de entender la Guerra. Comandantes como Simón Karetnik, Alexis
Márchenko, Grigory Vasilevsky, Borís Veretélnikoff, Peter Gavrilenko y Fedir
Stchuss (todos, salvo el último, nacidos también en Guliaipolé) simpatizaron al
principio con los bolcheviques, igual que Majnó, que incluso se entrevistó con
Lenin.
Otros jefes militares e ideólogos respetados por Majnó como
Moise Kalinitchenko, Vasily Kurilenko, Víctor Belash y los hermanos Lepétchenko
eran anarquistas que se manifestaban igualmente alejados ideológicamente de
cualquier otro bando y no eran partidarios de ninguna alianza.
Majnó toleraba la libertad de sus compañeros para aliarse
con los bolcheviques o combatirlos, pero jamás aceptaría cualquier tipo de
simpatía hacia el Movimiento Blanco.
Organización interna y recursos militares
La organización interna del Ejército Negro se basaba en tres
principios esenciales: 1º) El voluntariado; 2º) La elegibilidad de todos los
puestos de comando; y 3º) La disciplina libremente consentida.
Grupo de Combate del Ejército Negro.
El voluntariado: Todos los combatientes eran voluntarios, no
se obligaba a nadie a integrarse al ejército.
La elegibilidad:
Los comandantes de las unidades, los
miembros del Estado Mayor y del Consejo de Insurgentes, y en general cuantos
ocuparan puestos importantes, debían ser elegidos o bien aceptados por los
insurgentes de la unidad respectiva y por el conjunto del ejército.
La disciplina libremente consentida:
Todas las reglas de
disciplina eran elaboradas por comisiones de insurgentes y posteriormente
validadas en asambleas militares. Una vez establecidas, debían ser
rigurosamente observadas bajo la responsabilidad personal de cada insurgente y
de cada comandante.
A nivel militar, se componía de unidades de alto poder
combativo. El Ejército Negro disponía de Divisiones de Infantería, Caballería y
Artillería. Cada División se componía de 3 Brigadas, de 3 Regimientos cada una.
Cada Regimiento se componía de tres Batallones.

La caballería era considerada como una de las mejores del
mundo, tenía su propio cuerpo de élite (la "Sotnia Negra") formado
por 100-150 jinetes.
Se estima que en 1919 más de 25.000 ucranianos combatían en
el Ejército Negro, cuyo aparato militar disponía de 48 cañones de campaña
(móviles), 4 trenes blindados, 4 carros blindados y más de un millar de
ametralladoras.
La capacidad de movilización del Ejército Negro era muy
alta, y por otra parte era normal que grupos de campesinos se unieran entre sí
y provocaran escaramuzas defendiendo la bandera negra. También se acostumbraba
a rotar a las tropas, debido a que la mayoría de campesinos ucranianos tenían
experiencia en combate, al haber participado en la I Guerra Mundial.
La rotación de tropas consistía en devolver a los
combatientes cansados a los poblados para cuidar de las familias y trabajar los
campos, por un periodo de dos a tres semanas.
Algunas fuentes citan que más de 100.000 personas combatieron
en el Ejército Negro durante la Guerra Civil, ya que debe ser tenido en cuenta
que los campesinos, aunque muchos no fueran combatientes regulares, eran el
entramado logístico del Ejército.
Relación con los bolcheviques
Mediante el Tratado de Brest-Litovsk de Ucrania del 9 de
febrero de 1918 y el Tratado de Brest-Litovsk del 3 de marzo de 1918, los
bolcheviques cedieron Ucrania al Imperio austrohúngaro. Las fuertes corrientes
anarquistas y revolucionarias del pueblo ucraniano que meses atrás se aliaron con
los bolcheviques y lucharon a su lado, fueron aplastadas por el poderoso
ejército austriaco.
El 28 de septiembre de 1918, los majnovistas del Ejército
Negro, la mayoría campesina, aprovechan la descomposición de Imperio
austrohúngaro para volver a hacerse con el control del sureste de Ucrania.
Durante ese tiempo mantienen continuos enfrentamientos con tropas nacionalistas
del Ejército Verde, aunque apenas una semana después las tropas austriacas
acuden en auxilio de los nacionalistas Verdes y recuperan la soberanía sobre el
territorio. Un mes y medio después de la capitulación austrohúngara ante los
aliados occidentales, el Ejército Negro vuelve a hacerse con el control de
parte del país, durante la Navidad de 1918, pero el 29 de diciembre Majnó
vuelve a ser derrotado por las tropas del Ejército Verde.
El Ejército Negro era una fuerza independiente, aunque puede
entenderse que complementaria del Ejército Rojo en tanto que ambos compartían
un enemigo común. Uno de los ejemplos más claros de su cooperación se vivió en
febrero de 1919, cuando los bolcheviques cedieron varios regimientos al
Ejército Negro para su lucha contra el Movimiento Blanco. La idea fue propuesta
por el Estado Mayor de Moscú, y aceptada con alborozo por los majnovistas.
En esas fechas, con motivo de la incautación de varios
vagones de trigo a las tropas de Denikin, el Consejo de Insurgentes determinó
enviar el alimento a los miembros del Ejército Rojo que combatían en Rusia.
Pese a que la historia oficial soviética siempre recalcó que
ambos ejércitos eran uno solo, la realidad es que eso es falso. Los
bolcheviques se sabían cada vez más débiles, combatiendo en el Este y en el
Oeste contra el Ejército Blanco y sus aliados, y carecían de infraestructuras y
recursos para equipar, trasladar y alimentar efectivos con los que defender el
sur del país.
Los bolcheviques respetaban la bandera negra y el territorio
conquistado por el Ejército Negro. A cambio, el Consejo de Insurgentes permitió
instalar un sóviet provisional en su territorio: El Sóviet Militar
Revolucionario de los Obreros y Campesinos Insurgentes.
Lo que en un principio fue un sóviet de carácter ejecutivo
de carácter anarco-comunista, no tardó en provocar conflictos entre campesinos
y obreros, ya que los campesinos majnovistas no reconocían ninguna autoridad
superior a ellos, salvo la que ellos se quisieran imponer. Por otro lado, el
Sóviet Militar Revolucionario de los Obreros y Campesinos Insurgentes tenía la
obligación de aplicar leyes ordenadas desde Moscú.
El Ejército Negro, si no fomentaba, al menos no impedía la
violencia campesina sobre los comunistas y sus aparatos políticos. A juicio de
los bolcheviques, Majnó se comportaba con excesiva autonomía, pues desarrollaba
actividades que pronto chocaron con los comisarios políticos enviados por el
Ejército Rojo desde Moscú. El aspecto esencial, es que Majnó no ordenaba
coaccionar la libertad de actuación de los campesinos y acudía en su defensa
cuando eran agredidos.
Eso provocó numerosas escaramuzas entre prosoviéticos y
anarquistas, lo cual implicó un conflicto político.
Existió cierta afinidad entre ciertas facciones del Ejército
Verde y el Ejército Negro porqué ambos querían eliminar a los extranjeros
(soviéticos y europeos) del territorio ucraniano, si bien era imposible un
acuerdo al representar el Directorio Político ucraniano (brazo político del
Ejército Verde) ideas mencheviques, incompatibles con el anarquismo de Majnó.
Existieron acercamientos con las facciones más nacionalistas
del Ejército Verde, cuya principal referencia era el capitán Nikífor Grigóriev,
pero no con los dirigentes del Directorio Político.
En cualquier caso no se produjo un enfrentamiento entre los
ejércitos rojo y negro porque las malas relaciones entre los anarquistas y los
comunistas coincidieron con la gran ofensiva del Movimiento Blanco en verano de
1919, apoyado por los que fueron aliados de Rusia durante la Primera Guerra
Mundial y los sectores burgueses, mencheviques y prooccidentales del Ejército
Verde.
Primera ofensiva de Denikin y alianza con el atamán
Grigóriev
Debido a su posición de indefensión respecto a los poderosos
ejércitos blanco y rojo, Majnó sabía que tarde o temprano su sociedad
anarquista sería engullida por uno de los dos enemigos, si bien la profunda
admiración que sentía por Lenin lo mantenía convencido de poder llegar a un
acuerdo con él.
La primera ofensiva de Denikin fue encabezada por el general
zarista Chkuvo a finales de 1918, cuando penetró por la frontera sur de
Ucrania, de mayor influencia majnovista y entabló varias batallas con efectivos
del Ejército Negro, manteniendo posiciones en la zona.
Un mes después, en enero de 1919, desembarcan en Odesa tropas
griegas, británicas y francesas (además de polacos y rusos), ordenando el
Estado Mayor del Movimiento Blanco una retirada gradual de las tropas
nacionalistas ucranianas del Ejército Verde. La orden del Estado Mayor Blanco
es aceptada por los nacionalistas (antiguos aliados de austríacos y alemanes) y
esa subordinación de los nacionalistas del Ejército Verde a los intereses de la
entente que venció en la Primera Guerra Mundial, provoca la insubordinación del
nacionalista Nikífor Grigóriev, también conocido como atamán Grigóriev
(distinción ucraniana equivalente a un título nobiliario, que se le otorgaba a
quien hubiera dirigido un regimiento de cosacos en tiempo de guerra).
El Directorio Central del Ejército Verde aceptó el ultimátum
de la Entente extranjera bajo mando del Estado Mayor Blanco, pero Grigóriev
declaró a sus tropas en rebeldía.
En febrero de 1919 Grigóriev ataca al Ejército Verde, bajo
el estandarte de la bandera roja pese a no tratarse él de un bolchevique. Se
entiende que el uso de esta bandera fue debido a la voluntad común de los
bolcheviques y de las tropas de Grigóriev de echar al mar a las tropas
francesas que integraban parte de la expedición denikinista.

Existen datos que inducen a pensar que, a pesar de su
victoria sobre los ejércitos de ocupación bajo bandera roja, las órdenes de
Moscú eran claras respecto al atamán Grigóriev: debía ser eliminado de forma
inteligente porque pese a ser un héroe que luchó bajo la bandera comunista, sus
ideas eran incompatibles con las bolcheviques.
Habían existido contactos y acercamientos entre Grigóriev y
el Ejército Negro de Majnó, pero tanto la nula conciencia nacional como el
arraigado anarquismo del segundo, imposibilitaban cualquier tipo de acuerdo con
un nacionalista ucraniano como e Grigóriev. Por otra parte estaba el historial
de la participación en pogromos antisemitas de Grigóriev, lo cual equivalía a
ser un asesino a ojos de los libertarios.
Pero durante la primavera de 1919 los sóviets locales
practicaban políticas incómodas para la población campesina, y fueron
produciéndose altercados hasta que el 25 de mayo de 1919 los bolcheviques declararon
a Néstor Majnó fuera de la ley.
Esta situación fue la que, tal vez, acabó provocando el
acuerdo entre dos personalidades tan diferentes como las de Grigóriev y el
ejército anarquista, que se firmó el 25 de junio de 1919. Se dice que el
acuerdo fue casual, al encontrarse personalmente Majnó y Grigóriev cerca de
Ekaterinoslav.
Es poco probable que sucediera tal cosa de forma fortuita,
más bien la vieja política del enemigo común (primero el Ejército Verde y
después los bolcheviques, acabó convirtiendo en aliados al atamán Grigóriev y
al campesino Majnó.
El atamán fue nombrado Comandante en Jefe (máxima autoridad
militar) y Néstor Majnó fue nombrado Presidente del Consejo de Insurgentes
(máxima autoridad civil).
Cuando Grigóriev se batía en retirada tras la ofensiva
demoledora del Ejército Blanco de Denikin en el verano de 1919, fue llamado por
Majnó a un Congreso que estaban celebrando los anarquistas.
Según la historia oficial soviética, Majnó ordenó el
asesinato después de que los bolcheviques le hicieran llegar una carta escrita
por el atamán Grigóriev a Symon Petlyura, nacionalista ucraniano del Ejército
Verde, que colaboró con la Entente europea que pretendía conquistar Ucrania.
Las fuentes majnovistas, no obstante, atribuyen el asesinato
a un discurso reaccionario del atamán en un congreso anarquista. Al parecer
dicho discurso fue espléndidamente desarmado por Majnó y Grigóriev, al sentirse
avergonzado empuñó un arma y llamó a la lucha a su guardia personal, provocando
un tiroteo que se resolvió en pocos minutos.
Ambas versiones coinciden en lo esencial, que Grigóriev
perdió la vida en ese congreso.
Al contrario que Majnó, Grigóriev (que sí luchó bajo la
bandera roja, algo que Majnó nunca hizo) pensaba que era más fácil un
entendimiento con las fuerzas del Ejército Blanco que con los bolcheviques a
pesar de las ideas contrarias de Majnó, a cuyas espaldas se carteó con los
nacionalistas pro blancos. En la carta que le costó la vida le escribió a
Petlyura: "Nosotros nos hemos separado de Ud. porque Ud. impuso en Ucrania
una política pequeño-burguesa, tanto interna como externa, que permitió que la
Entente pudiese explotar nuestro pueblo y sus riquezas. Pero nosotros también
nos hemos separado de los comunistas y los estamos combatiendo, porque el 90%
de la población de Ucrania está en contra de las comunas... Uds. en estos
momentos los están atacando por el frente...nosotros los estamos atacando por
su retaguardia. Sería bueno saber si pelearemos entre nosotros cuando los
comunistas finalmente huyan, o no…"
Los bolcheviques, horrorizados por la posibilidad de tener
como enemigos a los Ejércitos Blanco, Verde y Negro, decidieron que la única
forma de no ser aniquilados en una zona tan difícil de dominar como Ucrania,
era romper la sociedad que formaban Grigóriev y Majnó, que unía a varios
millones de personas.
Al leer la carta, según la historia oficial, Majnó se
consideró traicionado y dio la orden de dar muerte al atamán Grigóriev el 27 de
julio de 1919, en plena expansión del Movimiento Blanco de Denikin, en la aldea
de Sentovo.
Momento álgido del Ejército Negro
La bandera anarquista en el Museo de Guliaipole.
En febrero de 1919 el Ejército Negro conquista una parte
significativa de Ucrania, en una avanzada donde se sirvió de varios regimientos
de bolcheviques. Uno de los generales que protagonizó acciones muy destacadas
fue Simón Karétnik, natural de la misma localidad que Majnó.
La forma en que el Ejército Negro ejerce su soberanía en
Ucrania es vista con escepticismo desde Moscú y disgusta a los bolcheviques,
cuyas chekas carecen del beneplácito para politizar la sociedad. Trotski
plantea por vez primera la posibilidad de eliminar al Ejército Negro, formado
por anarquistas sin la menor voluntad de someterse al proyecto leninista. Los
enfrentamientos entre bolcheviques y anarquistas son cada vez mayores, y al
parecer Lenin entiende que el principal culpable es el capitán Grigóriev que,
al contrario que Majnó, nunca ha confiado en los bolcheviques.
La relación entre los ejércitos rojo y negro se vuelve tan
tensa que es previsible un conflicto armado entre ambos. Ocurren matanzas de
campesinos llevadas a cabo por guerrillas bolcheviques apoyadas por efectivos
del Ejército Rojo, y se persigue a los dirigentes anarquistas, incluido Néstor
Majnó.
En ese momento de conflicto en ciernes, el Jefe del Estado
mayor del Ejército Blanco, el general Antón Denikin, ordenó una ofensiva para
tomar Guliaipolé con un ataque sorpresa, el 6 de junio de 1919.
En ese ataque murió Borís Veretélnikov, que fuera Jefe del
Estado Mayor del Ejército Negro, con todo su destacamento, y Guliaipolé cayó en
manos del Movimiento Blanco.
Mijalev Pavlenko (anarquista ruso) fue apresado por los
bolcheviques el 13 de junio de 1919 mientras se dirigía a combatir a las tropas
de Denikin en un tren blindado, y ejecutado a los pocos días en Járkov.
A partir de julio de 1919, Majnó llega a la conclusión de
que el Ejército Rojo tiene la intención de abandonar Ucrania, debido al empuje
del fortalecido Ejército Blanco reforzado por nacionalistas del Ejército Verde,
ingleses, franceses y polacos; y el exceso de frentes abiertos que mantienen
los bolcheviques.
El Ejército Negro moviliza por entonces a más de 15.000
hombres, muchos de ellos procedentes del Ejército Verde, y a mediados de 1919 parece
ser la única fuerza armada en disposición de combatir el avance del Ejército
Blanco en Ucrania.
A finales de septiembre de 1919 el Ejército Blanco, en
mayoría numérica, persiguió a los majnovistas hasta obligarlos a combatir a
campo abierto. Combatieron durante dos días, al cabo de los cuales el Ejército
Blanco huyó después de perder dos regimientos. Las tropas del Ejército Negro
atacaban con una movilidad asombrosa, destruyendo tres regimientos blancos en
tres días, durante los cuales completaron un avance de más de 350 kilómetros,
gracias a su infantería mecanizada.
La expansión majnovista quebró la moral enemiga. El Ejército
Negro conquistó puestos clave para el aprovisionamiento de las tropas
británicas que avanzaban hacia Moscú. La interrupción de la ruta de
aprovisionamiento debilitó sobremanera al Ejército Blanco y a sus aliados.
La lucha contra las tropas de Denikin fue muy costosa, y
durante la ofensiva blanca de 1919 perecieron activistas y guerrilleros
anarquistas de gran relevancia, como Borís Veretélnikov (junio), Isidoro Luty
(septiembre), Gregorio Majnó (hermano de Néstor Majnó, septiembre) o Makéiev
(noviembre).
A finales de 1919 el Ejército Negro obtiene una gran
victoria sobre el general Denikin del Ejército Blanco, haciéndose con 600
camiones, munición para varios meses y un aeroplano. Esta victoria supone un
acicate para la moral anarquista, que en octubre de 1919 se había vuelto a
adueñar nuevamente de Ucrania.
A partir de entonces el Ejército Negro mantuvo el control de
Ucrania durante varios meses, mientras el Ejército Rojo devastaba los retazos
del Ejército Blanco que quedaban en tierras rusas sin forma de aprovisionarse.
Las relaciones del Ejército Negro con los bolcheviques
seguían sin ser buenas, pero el Ejército Negro no tenía nada que ganar atacando
a los bolcheviques, y los bolcheviques sabían que enfrentarse con el Ejército
Negro les costaría muchas vidas, unas vidas que al fin y al cabo eran
necesarias para combatir al Ejército Blanco.
Los enfrentamientos entre anarquistas y sindicatos y obreros
eran cada vez mayores. Las consecuencias de la política económica de Néstor
Majnó fueron una fuerte inflación, lo que permitió a los sindicatos argumentar
que esa inflación se correspondía con los deseos del Ejército Negro de favorecer
a los campesinos que explotaban recursos naturales, a costa de perjudicar a los
obreros de las ciudades.
Nada de lo expuesto por los bolcheviques era cierto, y la
crisis fue debida a que tropas austríacas y alemanas habían acudido en ayuda de
las posiciones nacionalistas durante 1917-1918; cobrando en forma de producción
agrícola. Este cobro, debido a la debilidad económica de Alemania y Austria,
pronto se convirtió en saqueos, y éstos aumentaron al encontrarse Ucrania
infestada de tropas mercenarias al servicio del Ejército Blanco. Esta opresión
provocó discrepancias entre los nacionalistas ucranianos, de las cuales la más
importante fue la del capitán Matviy Grigóriev, que abandonó el Ejército Verde.
La relación entre los Ejércitos Rojo y Negro no había
empeorado pese a la serie de asesinatos, por la sencilla razón de que a los
bolcheviques no les interesaba que así fuera y el Ejército Negro no tenía otra
opción. En primer lugar, el Ejército Negro era correoso y atemorizaba a los
enemigos con sus rápidos y devastadores ataques, y en segundo lugar porque los
bolcheviques consideraban a Majnó más afín a sus ideales que a Grigóriev, y era
inútil deshacerse de Majnó y dejar con vida a Grigóriev.
Además los bolcheviques destinaban todos sus recursos a su
lucha contra el Movimiento Blanco y sus aliados británicos y franceses. Majnó
cedió a la publicación de un periódico bolchevique en su territorio, pero el
Consejo de Insurgentes del que formaba parte impidió cualquier manifestación
política de los comunistas porque tendería a «establecerse sobre las masas una
autoridad que atentaría contra su libertad plena».
En guerra contra dos ejércitos más poderosos
La ofensiva del general Denikin sobre el Sur de Rusia retiró
suficientes efectivos militares de Ucrania, lo que fue aprovechado por el
Ejército Negro para anular las vías de abastecimiento de los blancos.
Sin embargo, el general Denikin se demoraba en su ataque
final sobre Moscú, debido en parte a las tropas que aún mantiene en el sur de
Ucrania luchando contra el Ejército Negro y con las que contaba para la
ofensiva final. En ese momento incierto para el Estado Mayor ruso, varios
regimientos del Ejército Negro atacan sorpresivamente al grueso del ejército
del general Denikin y en la batalla de Uman lo aniquilan casi completamente,
ocupando, también por sorpresa, las principales ciudades del país.
Con los bolcheviques al norte y los majnovistas al sur,
Denikin se retira a Crimea. En ese momento los bolcheviques vuelven a entrar en
Ucrania y en poco tiempo el poder soviético impregna a toda la sociedad.
Para evitar conflictos mayores la cheka no se moviliza
contra los campesinos, pero muchos desaparecen. Los campesinos y el resto de
anarquistas se rebelan continuamente contra las decisiones que el sóviet toma
por ellos. Los enfrentamientos entre bandas anarquistas y obreros bolcheviques
son constantes en las grandes ciudades, mientras que en las aldeas la
implicación con la causa anarquista es total.
En la primavera de 1920 el Consejo de Insurgentes, cerebro
del Ejército Negro, recibe órdenes de Moscú para trasladar sus regimientos a la
frontera polaca en auxilio del Ejército Rojo que está siendo golpeado con
severidad en el frente occidental. El Consejo de Insurgentes liderado por Majnó
se niega.
Estalla entonces una guerra cruenta entre ambos ejércitos,
que dura varios meses.
En la misma primavera de 1920 los bolcheviques incursionan
en Guliaipolé, arrestando y fusilando a Alexander Lepetchenko y a Sawa Majnó,
hermano mayor de Néstor Majnó.
Durante esa misma primavera de 1920 el Barón de Wrangel
recompone el Ejército Blanco reagrupando las derrotadas tropas de Denikin, que
dimitió como Jefe del Estado Mayor. Estos movimientos son aprovechados por los
servicios de propaganda soviética, que acusan nuevamente al Ejército Negro de
planear una alianza con el Movimiento Blanco.
Por su parte el Consejo de Insurgentes decide que el
principal peligro es el Ejército Blanco, entendiendo que es más fácil un
entendimiento con los bolcheviques. La petición de paz es enviada a Moscú pero
el Ejército Rojo no contesta.
Durante estos meses se produce una epidemia de tifus entre
las tropas del Ejército Negro, y muere algo menos de la mitad de los
combatientes.
Los actos de guerra continúan, de manera que el Ejército
Negro es debilitado aún más por los Ejércitos Blanco y Rojo, hasta el punto de
que en ocasiones el Ejército Negro es atacado por el Rojo mientras se bate en
retirada ante una ofensiva Blanca. Los heridos y enfermos, suelen ser llevados
a poblados anarquistas que son frecuentemente asaltados.
Durante el verano de 1920 el Barón de Wrangel recupera
numerosas ciudades ucranianas y expulsa al Ejército Rojo de la región.
Tratado de Paz con el Ejército Rojo
La preocupación aumenta en Moscú ante la campaña victoriosa
del Barón de Wrangel a costa de los territorios majnovistas en Ucrania, en
alianza con los nacionalistas. Esta avanzada pone en peligro la frontera sur de
Rusia. Los bolcheviques consideraban Ucrania un bien menor que ya sacrificaron
en el armisticio de la Primera Guerra Mundial, pero si conquistaban Ucrania,
las tropas de Wrangel atacarían Rusia.
Las tropas de Wrangel desplegaron ataques contundentes que
conquistaron territorio rojo y mermaron las tropas bolcheviques, que debieron
retirarse de varias ciudades como Járkov. Entonces accedieron a mantener
conversaciones de paz con los anarquistas.
El acuerdo final fue muy favorable a los bolcheviques,
obteniendo los anarquistas como recompensa la retractación de los bolcheviques,
que negaron que los insurgentes pretendieran aliarse con el Ejército Blanco.
Ambos bandos liberaron prisioneros. Se habló de conceder
varios departamentos ucranianos a los anarquistas, para que pudieran
desarrollar en ellos sus “ensayos sociales”.
Producto del Tratado de Paz, en otoño de 1920 ambos
ejércitos se comprometieron a actuar conjuntamente, posponiendo el acuerdo
final ante la inminencia de responder a las agresiones del Ejército Blanco del
Barón de Wrangel, que fue el mayor responsable de este armisticio.
Enfrentamiento entre Bolcheviques y el Ejército Negro
A mediados de octubre de 1920, el Ejército Negro al mando de
Majnó combate al Ejército Blanco liderado por el Barón de Wrangel y comandado
por el general Drozdov, derrotándolo y capturando más de 4.000 prisioneros. El
Ejército Blanco se retiró a la península de Crimea, cuya puerta de acceso era
la ciudad de Perekop.
Actuando conjuntamente pero bajo banderas distintas, los
ejércitos rojo y negro se repartieron la tarea: mientras el Ejército Rojo
sitiaba la ciudad, el Ejército Negro se encargaría de tomar las posiciones del
estrecho de Sivash (generales Alekséi Márchenko y Tomás Kojin) y la de
Simferópol (general Simón Karétnik), lo que sólo era posible cediendo muchas
vidas.
El 13 y el 14 de noviembre de 1920 el Ejército Negro tomó
ambas posiciones y aisló al Ejército Blanco de Wrangel en Perekop, provocando
su huida.
El Ejército Rojo tomó la ciudad sin sufrir bajas, y envió
150.000 efectivos desde Rusia. En esos momentos, el Ejército Negro no contaba
ni con 5.000 hombres organizados, y acababa de derrotar al Ejército Blanco (muy
superior en número) después de una guerra de nueve meses.
Después de derrotar al Ejército Blanco en Simferopol, Simón
Karétnik es llamado por el Ejército Rojo en la noche del 25 de noviembre, para
asistir a un Consejo Militar mediante el cual adecuar las condiciones futuras
en favor de la convivencia de los ejércitos rojo y negro, y las sociedades
anarquistas y comunistas, una vez expulsados los blancos. En el trayecto es
apresado por los bolcheviques.
El 25 de noviembre el Ejército Rojo impone un Estado Mayor
único para ambos ejércitos, algo que el Ejército Negro no acepta.
Simón Karétnik es fusilado en Melitópol, igual que Pedro
Gavrilenko, el día 26 de noviembre.
El 26 de noviembre de 1920 se produce un ataque del
descansado Ejército Rojo a todas las posiciones del Ejército Negro en Crimea.
La proporción es de 30 bolcheviques por cada anarquista. La victoria de los
bolcheviques es inevitable. El potente ejército de Márchenko, quedó reducido de
1.500 a 250 hombres.
Cuando el Ejército Rojo ataca Guliaipolé, allí se encuentra
Majnó junto a unos 250 efectivos de caballería. En una relación numérica muy
desfavorable, la caballería del Ejército Negro se enfrentó a las fuerzas de
caballería bolcheviques y rompió el cerco enemigo. Guliaipolé cayó en manos
enemigas, pero Majnó consiguió huir.
El 7 de diciembre las tropas de Alekséi Márchenko y Néstor
Majnó se encuentran en Kermenchik, la desolación de Majnó es absoluta al ver
que su caballería ha sido virtualmente aniquilada. Márchenko, al bajar del
caballo para saludar a Majnó, dijo: "Sí, hermanos. Ahora sabemos bien lo
que son los comunistas". Los restos del Ejército Negro quedan aislados.
Sólo quedaban 2.000 hombres para combatir con los 150.000 efectivos del
Ejército Rojo.
Los restos del Ejército Negro (también conocido como
Ejército Insurreccional o Insurgente, como majnovistas) se reúnen de nuevo a
las órdenes de Majnó, que completa una unidad de 1.000 soldados de caballería y
1.500 de infantería. A partir de la primera semana de diciembre son atacadas
las posiciones más importantes del Ejército Rojo en la zona de Guliaipolé. En
ese ataque muere Aleksandr Kaláchnikov, uno de los miembros más destacados del
Consejo de Insurgentes.
El día 6 de diciembre el Ejército Negro ha recuperado parte
de sus territorios, entre ellos Guliaipolé, y Lenin ordena el envío de
refuerzos desde Moscú.
A mediados de diciembre de 1920 el Ejército Rojo reconquistó
las posiciones que la semana anterior le arrebató el Ejército Negro, cuyos
seguidores y supuestos simpatizantes fueron masacrados. Parece correcto
considerar esta fecha como el fin del Ejército Negro, ya que a partir de
entonces (ante la desigualdad numérica) los anarquistas se organizaron en forma
de guerrilla, formando comandos de menos de 100 hombres.
Las fuerzas comandadas por Majnó se vieron obligadas a
combatir durante más de 15 horas seguidas, y cualquier daño que consiguieran
causarle al Ejército Rojo era insignificante ya que los bolcheviques sólo
combatían en esa guerra, una vez eliminado el Ejército Blanco. Se estima que
existían enfrentamientos cada día, y que en cada enfrentamiento las fuerzas
rojas superaban en 4 o 5 veces los efectivos anarquistas.
El desastre era una cuestión de tiempo. Se conocen victorias
muy meritorias de Majnó, que llegó a hacer más de 20.000 prisioneros. Se sabe
que más de 3.000 de estos prisioneros se unieron al Ejército Negro, así como
que (debido a la imposibilidad de alimentarlos y debido a la lentitud que
supondrían para las tropas) los prisioneros que no querían unírseles eran
liberados después de haber sido desarmados.
A partir de entonces las tropas que custodiaban a Majnó se
dirigieron al Oeste. Tras ocho meses de guerrilla y persecución ininterrumpida,
en agosto de 1921 alcanzaron la frontera rumana. Majnó cruzó la frontera con un
tobillo roto y varias heridas de proyectil, la más importante en el cuello.
Gregorio Vassilevsky, amigo personal de Majnó en quien éste
solía delegar el mando del Ejército, murió en un enfrentamiento con tropas del
Ejército Rojo cerca de Kiev, en diciembre de 1920.
Alexis Márchenko, general jefe de la caballería del Ejército
Negro desde 1918, fue muerto en febrero de 1921 por el Ejército Rojo en una
emboscada. En la primavera de 1921, Pedro Rybin fue arrestado por la cheka y
fusilado días después en Járkov. Tomás Kojin, comandante general del Cuerpo de
Ametralladoras, es gravemente herido en combate en mayo de 1921, y desaparece.
Basilio Kurilenko, héroe de la guerra contra Denikin, muere en un
enfrentamiento con el Ejército Rojo en junio de 1921. También en junio de 1921
muere Fedir Stchuss, anarquista de origen ruso y amigo personal de Majnó, en un
combate contra fuerzas del Ejército Rojo.
El fin del Ejército Negro no fue el fin de los majnovistas.
La guerrilla majnovista siguió combatiendo hasta 1924.
En el libro del sociólogo argentino Christian Ferrer, se
expone qué componentes en el exilio de lo que fue ejército majnovista actuaron
como brigadistas internacionales durante la Guerra Civil Española; estos
ucranianos formaban parte de una compañía comandada por el «teniente
Shevchenko» dentro del Batallón Mickiewicz-Palafox, de la XIII Brigada
Internacional o Brigada Dabrowski, que cruzó los Pirineos tras la caída de
Cataluña, y que participaron en la Resistencia contra el nazismo.
Según el historiador franco-búlgaro, Frank Mintz, incluso
durante la Segunda Guerra Mundial, el impacto majnovista apareció, puesto que
"grupos de guerrilleros ucranianos blandieron aún la bandera negra y
lucharon a la vez en contra de los nazis y de los estalinistas" (p.303),
uno de estos grupos partisanos fue organizado en 1943 en los alrededores de
Kiev por el majnovista Óssip Tsébry. Cuando Stalin murió en 1953, hubo una gran
insurrección en el Gulag en la que se vio una bandera negra con el nombre de
"Majnó" escrito.
Comandantes
Néstor Majnó (Guliaipole; anarco-comunista)
Simón Karétnik (Guliaipole; anarco-comunista)
Márchenko (Guliaipole; anarco-comunista [1907])
Grigory Vasilevsky (Guliaipole)
Borís Veretélnikov (Guliaipole; SR, anarco-comunista [1918])
Peter Gavrilenko (Guliaipole; anarco-comunista [1905])
Vasily Kurilenko (Novospássovka; anarquista)
Víctor Belash (Novospássovka; anarquista)
Kaláshnikov (Guliaipole; anarquista)
Mikhalev-Pavlenko (anarquista)
Fedir Shchus (Bolchai-Mijáilovka; anarquista)
Iván Lepétchenko (Guliaipole; anarquista)
Aleksandr Lepétchenko (Guliaipole; anarquista)
Dmitry Ivánovich Popov (Moscú; izquierda SR)
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Néstor Ivanóvich Makhno
FUENTE: CNT. ESPAÑA.
Nestor Ivanovich Makhno (27 de octubre, 1889 - 25 de julio, 1934) fue un revolucionario anarquista ruso que se negó a unirse a los bolcheviques tras la Revolución de Octubre.
Nació el 27 de octubre de 1889 en la aldea de Gulái-Pole distrito de Alexandrovsk del gobierno Ekaterinonslar en Ucrania.
Siendo de familia de campesinos pobres y muriendo su padre a poco de nacer, tuvo que contribuir al mantenimiento de la familia (la madre y cuatro hermanos de corta edad) trabajando desde los 7 años como pastor de vacas y ovejas en verano y acudiendo a la escuela local en el invierno. Habiendo conseguido una pequeña instrucción, comenzó a los 12 años a trabajar como peón en las granjas de los colonos alemanes que proliferaban en esa época en Ucrania. Compartía con un reducido grupo de peones y campesinos el odio hacia las injusticias cometidas por los señores.
Con 16 años participa en la revolución de 1905 y tras contactar con diferentes grupos políticos se organiza en el movimiento libertario realizando peligrosas misiones. En 1908 es apresado por las autoridades zaristas y condenado a la horca por asociación anarquista y participación en actos terroristas. Debido a su juventud la condena fue conmutada por la de prisión perpetua. Es trasladado a la prisión central de Moscú, allí aprovecha su gran biblioteca y traba amistad con Archinoff, también condenado a trabajos forzados. Arnichoff, mucho más culto que Makhno, le ayuda a instruirse profundamente en varias materias. Sometido a un duro régimen por su espíritu rebelde y la organización de protestas contrae una afección pulmonar. Es liberado en 1917, junto con todos los presos políticos, por la insurrección del proletariado en Moscú.
Vuelto a Gulái-Pole comenzó a desplegar una actividad militante incansable y en el verano de 1917, durante el gobierno del demócrata Keresky en Rusia, era presidente del soviet local, de la unión de campesinos regional y de la unión profesional de obreros metalúrgicos y carpinteros.
En ese momento los austroalemanes ocupan el país y el Comité clandestino revolucionario de la zona le encarga, debido a las grandes simpatías de que goza, organizar batallones de obreros y campesinos. Viaja a Moscú en junio de 1918 y se entrevista con teóricos anarquistas en busca de métodos para avanzar en la concienciación libertaria de los campesinos. Pero encuentra a los viejos anarquistas pasivos e indecisos con sus relaciones con los bolcheviques. Sólo recibe consejos estimables del anciano Kropotkin y recela de los bolcheviques tras una conversación con Lenin.
A la vuelta es apresado por los austriacos, obteniendo la libertad gracias a un judío de Gulaï-Pole que consiguió reunir una suma considerable. Ya en su región organiza con un trabajo enérgico partidas de guerrilleros voluntarios; la estrategia es apuntalar una región liberada desde la que extender la resistencia y a la vez concretar la revolución sobre bases libertarias. Sus mejores armas eran la temeridad y movilidad de sus escuadrones de caballería (más adelante organizó a la infantería en veloces carros de dos caballos típicos de la región) y, sobre todo, la complicidad de los campesinos, que lo ocultaban e informaban a pesar de las represalias y la quema de sus aldeas. Redactaba manifiestos sobre la Revolución Social, las comunas libres y organizaba reuniones continuamente.
Hay que detenerse en la leyenda negra atribuida a Makhno por los bolcheviques, leyenda que carece prácticamente de todo fundamento. Sin embargo el propio Volin destaca «debilidades de carácter de Makhno» negativas para el movimiento: su afición por la bebida que le producía rasgos autoritarios que le llevaron en alguna ocasión a decidir o imponer cosas al Consejo; reconoce que varios compañeros le señalaban a comandantes con iguales aptitudes que Makhno, en especial Kusilenco, excelente estratega, política y moralmente superior a Makhno; pero quizá por sus propias debilidades, Makhno era considerado más compañero, más digno de fiar por las masas campesinas.
Es el caso que Makhno, que había recibido numerosas heridas a lo largo de los años, sufre un balazo en el vientre en marzo del 21 contra el ejército bolchevique, y, a primeros de agosto es herido en siete ocasiones, la última en el cuello. Temiendo seriamente por su vida el Consejo resuelve su traslado al extranjero (Ucrania ya no es segura) para su curación. El 28 de agosto un destacamento logra romper el cerco bolchevique y cruza el Dniester con un nutrido grupo de heridos, entre ellos Makhno.
Una vez en Rumania la hostilidad de las autoridades le obliga a trasladarse a Polonia. Allí es arrestado, acusado de actividades antipolacas en Ucrania, y juzgado, quedando absuelto. Se traslada a Dantzig donde es otra vez detenido logrando huir a París auxiliado por los grupos anarquistas locales. Obligado a permanecer en París arrastra una existencia penosa, sin poder adaptarse al idioma y al ambiente y sufriendo terriblemente la evolución de sus heridas.
Esporádicamente procuraba mantener cierta actividad, cayendo luego en largos periodos inactivos. Intentó escribir todo lo sucedido en Ucrania pero sólo llegó al periodo de 1918 cuando llevaba tres volúmenes, que fueron editados tras su muerte en julio de 1935. Estaba casado y tenía una hija.
Durante su estancia en París Makhno demandó, mediante escritos y conversaciones, una mayor autodisciplina personal de los anarquistas y una organización capaz de dotar de efectividad y homogeneidad al movimiento. Parece que alabó en una entrevista con miembros de la FAI, entre los que estaba Durruti, la capacidad organizativa del anarquismo español de esa época.
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Nestor Makhno; Campesino de Ucrania