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martes, 4 de agosto de 2015

. UN FASO, POR FAVOR

UN FASO, POR FAVOR.


Daniel M Forte
10/04/14

¿Y si enciendo un cigarrillo que pasa?, ¿alguien en medio de este quilombo va a venir con cara de póker a decirme, amable y firme, - señor, no puede fumar -, ni siquiera lo escucharía y la verdad, muero por un faso, ¡je!, eso sonó irónico; si de algo estoy seguro es de que no voy a morir de cáncer de pulmón, ¡pero donde carajo dejé los puchos!, acá están, medio arrugados pero están, ¿y el encendedor?, ¡la puta!, no, no puede ser.
Disculpe, ¿tiene fuego?, si, fuego, fire, feu, I need to smoke, ¡pelotudo!, , ¡andá a cagar!
¿En el bolsillito de atrás del pantalón?, a ver, no, ¿esa mina tendrá fuego?, tiene pinta de fumadora, ta buena, se parece a Norma, ¡que fuerte que estaba Norma!, me acuerdo de esa noche en la plaza cuando se puso como loca y me la chupó, Norma, ¿que será de ella?.
Do you have a light?, fuego, ¿no me escucha?. Que boluda, sentada ahí con las manos tapándose las orejas. Lástima, estaba buena.

El día está hermoso, ni una nube, como esa vez en San Clemente. El mar era un espejo azul, sin viento, sin nubes, como si la naturaleza, Dios o lo que poronga sea me regalara esa belleza para soportar el rebencazo; ya no te quiero, me dijo, vos sabés como es esto, ¿y que le iba a decir?, encendí un cigarro y me fui y después me tragué todo lo que quisiera haberle dicho, ¡¿dónde carajo está ese puto encendedor?!, ¡será posible!, mirá vos, el gordo Luis, ¿cómo me vine a acordar de él?, ¡claro!, la última vez que lo vi me dijo que había dejado de fumar, tres meses después se cagó muriendo, no fui al velorio ¿para que?.
Che, ¡que quilombo hay acá!, si, igual que en el viaje de egresados, y……que piola que estuvo el viejo cuando cumplí dieciocho, me convidó un cigarrillo, el sabía que yo fumaba pero se hacía el dolobu, la vieja aquella vez puso cara de culo, ¿como será tener hijos?, no se, solo se que estoy acá en el culo del mundo y quiero fumar.
Pensar que me puse contento con este laburo, ¡mas de ocho meses en banda!, mas o menos doscientos cuarenta y cuatro días, mirando la compu buscando trabajo, ¡mas de doscientos días desocupado!, y cada día llevándose un cachito de autoestima, así, a rebanadas, mas de doscientas fetas prolijamente dosificadas y numeradas; en la feta cuarenta ya te sentís un bicho, en la sesenta y cinco, de tu antigua rebeldía solo queda una pulpa, un moco viscoso y entonces querés gritar, suplicar,  ¡por favor explótenme!, tengo mucha plusvalía por generar, y así llegás a la feta cien, ¡esta si que es buena!, porque seguís siendo un bicho pero te volvés transparente, indetectable, ya nadie te respeta, y mucho menos los que te quieren, esos son los peores cuando empiezan con la frase, - vos tenés que hacer tal o cual cosa - , y para las mujeres no existís, porque a esta edad las minas cuando olfatean a un perdedor, rajan como laucha por tirante y si de pedo, alguna con el instinto maternal hipertrofiado se va a la cama con vos, la pija se vuelve un inerte colgajo, y ahí se van otras fetas mas de lo que te queda de autoestima, pero por suerte pude zafar, ¡la mierda!, lo que me costó enganchar de nuevo el ritmo del laburo, madrugar, viajar como ganado, ¡pero estoy adentro!, y el miedo se quedó, el miedo a caer, a ser excluido de nuevo pero esta vez mas viejo, con mas experiencia y menos chances de aplicarla, esto es una carrera de ratas, al que se cae le pasan por encima, ¿qué habrá sido de la vida de Norma?, lo último que supe fue que se fue a España, allá por el dos mil, no, fue en el dos mil uno, creo que se casó, no se. Pero Laurita tenía un culo mas lindo,
¡que culito el de Laurita!, el padre mucho no me bancaba, quizá sospechaba que yo le estaba taladrando el ojete a su nena, ¡y como gozaba la hija de puta!, al principio pegaba un gritito y después, la calentura le soltaba la lengua y decía cosas muy chanchas y yo me calentaba mas y le daba bomba sin asco. Laurita, ¡no me pude haber olvidado el encendedor!, ¿habré heredado eso  de mi vieja?, ¡las tostadas que habrá quemado!, se acordaba cuando el horno ya estaba echando humo, después, a las que mas o menos sobrevivían, las raspaba en la pileta y nos decía, - esto hace bien para los riñones-, ¿de donde lo habrá sacado?, pobre vieja, quiso ser maestra pero tuvo que abandonar la escuela en cuarto grado, ¡y que inteligente era!, la estoy viendo sentada en la máquina de coser, con sus anteojos leyendo Nuestra Palabra o Aquí Nosotras,
nunca fue espectacular. nunca sobresalió, era la hormiguita tenaz y persistente a la que recurrían las vecinas para que les ponga una enema y para julio, mas o menos, recorría el barrio buscando los aportes para la Campaña Financiera,
y…¿por qué harán tanto quilombo?, si igual…¡¡acá está!!, ¡hijo de puta, te encontré!.
Bueh, solo espero que la vida me de la oportunidad de terminar el faso.
Antes de que este avión de mierda se estrelle contra el mar.



3 comentarios:

Pido disculpas por no agradecer sus comentarios, por motivos que desconozco, mi propio blog no me lo permite